👻 La Newsletter de @weareDMNTRs 👻

Pues sí, de vez en cuando me visita.

Sobre todo le gusta venir cuando mejor van las cosas.

Cuando están mal no necesita venir a joderme la vida, ya está jodida ella sola.

Y como buen monstruo, intenta destruir lo que tanto trabajo y desvelos ha costado crear.

Y quien dice destruir dice arrasar. Devastar. Romper. Quebrar.

Y, por encima de todo, romper todos los puentes que puedan existir para volver a intentarlo.

Antes, incluso lo conseguía. Le era muy fácil.

Lo consiguió muchas veces. Demasiadas.

Muchas más de las que soy capaz de recordar e incluso de admitir abiertamente.

Algunas están guardadas en rincones de mi mente que solo vuelven en un mal sueño. Ahí están y ahí deben estar. Por siempre.

Durante años he preferido echarle la culpa a "la falta de motivación", a los "cambios de rumbo", a que "el mundo no estaba preparado mis ideas" o incluso a terceras personas "que siempre iban a por mí".

"Es el mercado amigo".

Pero no era cierto. Por muchas ganas que tuviera yo de cualquiera de esas excusas fuera cierta.

Era ÉL. Siempre era ÉL.

De hecho, siempre es ÉL.

Astuto. Sibilino. Ágil. Y muy muy listo. Más que yo. ¡Mucho más!

Solo ÉL es capaz de meter en mi cabeza esas ideas. Y hacer que yo las abrace como las correctas. Que las haga mías.

Y cuando yo tomo algo como lo correcto, la cosa SIEMPRE se complica. "Más cabezón que el niño de Gabia" dice mi padre.

Pero esta última vez fue diferente. Muy diferente.

Jamás pensé que pudiera ser capaz de enfrentarme a ÉL. Pero lo hice.

Y creo que lo ha entendido.

Esta vez el ataque fue diferente a los anteriores, porque esta vez es diferente a las anteriores.

Pero el cabrón sabe bien donde, cuando y como tiene que tocar:

 

"¿Seguro que esto es lo que quieres? ¿Lo has pensado bien?".

"¿No estás gastando demasiadas horas al día en un trabajo que supuestamente iba a darte más libertad?"

"¿Crees que vas a ser capaz de seguir engañando a todos?".

"Eres un mediocre y lo sabes".

"Lo de impostor se te queda corto".

 

Y, por descontado, que comencé a caer.

Lo noté rápidamente aquella mañana con ganas de no levantarme. "¿Para qué?", pensé.

Al día siguiente decidí no salir a andar por la tarde. "Mañana, que hoy no tengo ganas".

Los coches RC seguían sucios en sus bolsas, esperando que alguien los limpie desde la última vez. ¿La próxima? Ni se sabe.

Estaba dando pasos hacia donde no debía. Creo que lo va a conseguir de nuevo.

Y ÉL seguía con su matraca diaria. A nada que la cosa se complicaba un poquito, llegaba puntual a su cita:

 

"Te tenías que haber hecho funcionario como decía tu madre".

"¿Todo el tiempo que le estás dedicando a ese proyecto si ya sabes que se lo va a llevar la supermegaconsultora esa de moda?"

"Son las 6 de la tarde, si hubieras aceptado aquel puesto ya estarías en casa. No sé qué haces inventando historias..."

"No son ellos, eres TÚ".

 

Pero esta vez, era diferente. Y eso ÉL no lo sabía. O sí, pero no esperaba esto.

...

No había visto aún el doble check que avisaba a los demás de mi primera mala noche, cuando sonó el teléfono.

4 minutos y 28 segundos de conversación bastaron para salir del bucle.

Mientras tanto, en el chat me esperaban 4 o 5 mensajes.

Le dije a la Señora Dementora de irnos a desayunar fuera y lo organizó todo en un momento. Era domingo. Era temprano. Pero sabe cuándo necesito algo.

Ella. Los niños. Granada. El sol de octubre. Un café y media de tomate.

Un par de horas después volvía a estar enchufado a la vida.

Esa semana ÉL volvió con furia. No hay nada peor que una bestia herida.

Pero seguía sin conseguirlo. ¿Cambiaban las tornas? No iba a lanzar las campanas al vuelo aún.

Lo intentó de nuevo cuando la gripe me cogió por sorpresa. Estuvo a punto. No pudo.

Dicen que somos el promedio de las 5 personas que nos rodean y ese promedio ahora en mi vida, por fin, puntúa en positivo.

Al final son esas personas las que marcan tu vida. Tu manera de verla. Tu forma de encarar los problemas. No eres tú, son ellos. Aunque no quieras.

Si los que te rodean se quejan constantemente sin buscar soluciones. Te quejarás constantemente y no buscarás soluciones.

Si los que te rodean no dan valor a aquello que haces, tú tampoco lo valorarás. No necesitamos palmeros, necesitamos gente que apoya de manera realista.

Tan solo necesitas juntarte con la gente correcta para reconectar tu firewall interno y que las reglas interVLAN estén definidas como deben.

Así que esta vez no pudo.

Y está newsletter llego puntual (o casi) cada domingo.

Y twitter siguió contando el día a día de unos Dementores que ya vuelan más allá de los límites de Azkaban.

Y los proyectos siguieron adelante.

Y las ideas locas se convirtieron en productos.

Y el sol siguió saliendo cada día. Y yo miraba hacia arriba cada mañana para verlo y sentir su calor.

Porque ahora que lo pienso, ÉL antes no destruía nada. Nunca lo hizo.

Lo destruía YO.  Porque ÉL no es más listo que yo. Ni más ágil, ni más astuto.

¿QUIZÁS PORQUE ÉL SOY YO? ¿Y AHORA ME HE DADO CUENTA?

Ahora encaja y, a pesar de tener que repensar muchas ideas arraigadas, la cosa se ve de otra manera.

Perdonarte. Reconciliarte. Sanarte. Y seguir adelante. Todo en uno.

La vida, al final, te lleva a tu lugar. Siempre.

Tan solo hay que estar atentos cuando el viento se levanta.

No dejes que tu monstruo interno destruya lo que haces. No es más fuerte que tú. No eres un impostor. No eres inferior.

ÉL eres TÚ.

Lanza tu propio: su - monstruo

Y utiliza esa fuerza para tu bien.

¡Feliz Domingo!

 


📰 La actualidad 📰

Esta semana no se ha caído Cloudflare. 🤪🤪🤪

Bueno, en realidad sí que se ha caído. Pero solo un rato. Y esta vez no fue culpa de ellos.

También ChatGPT tuvo su ración. Nadie se libra.

 

Y por cierto, no me bajo de esta moto:

 


📷 La imagen de la semana 📷

No sé a donde nos va a llevar el tema de la AI, pero empezamos a ver cosas muy chulas.


🔗 Cajón desastre... 🔗

¡Vamos a los links!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Y fin...

Pues nada, otra semanita más fiel a vuestros buzones de correo.
 
En estos próximos días quiero terminar un par de proyectos que tengo a medias, si me da tiempo os aviso.
 
Y nada, sigo a mis cosas. ¡Nos vemos en Twitter o en Telegram!

 

Tú, él, nosotros, vosotros, ellos... ¿Pero qué cojones de intro es esta?