Esta semana, una historia real.
(O al menos, tan real como todas las de este sector.)
Por cierto, el título se lo he cogido prestado de mi amigo Carlos Moio 😘.
¡Vamos al lío!
Un cliente de años nos pide renovar su servidor.
Nada del otro mundo, así que hicimos lo de siempre. Analizamos consumos reales, monitorizamos rendimiento, proyectamos uso futuro y entregamos una propuesta honesta. Un servidor con 2 procesadores con 48 núcleos, 256 GB de RAM y all NVMe. Montado con mimo, configurado con Proxmox, y con una optimización que ya la querrían muchos hyperscalers.
Y además, refurbished de alta gama, con lo que se ahorraba un buen pico. Todo bien explicado.
Pero entonces, entró en escena la Gran Consultora™.
No se molestaron ni en entrar al servidor para mirar los datos reales. Pero no era suficiente. Punto.
Y lo peor no fue eso.
Lo peor es que el cliente empezó a dudar de nosotros. Después de años trabajando juntos, de solucionar sus marrones, de levantarle servicios a deshoras, de optimizarle infra… Ahora una voz “autorizada” decía que no. Que no era bastante. Y eso le valía.
Intentamos razonar. No funcionó.
Así que le preparamos el presupuesto “a la carta”, con todo lo que pedía "el consultor".
¿Precio? Diez veces más que nuestro presupuesto original. Más licencias anuales.
Y, por supuesto, le dijimos: “Pídele también precio a ellos”.
Lo hizo.
Quince veces más.
Así que al final, el cliente volvió a nuestra primera opción. No por confianza, sino por puro sentido común (O por tacañería, que también nos vale.)
Pero aceptó bajo una condición: “Si no va bien, nos lo llevamos”.
Spoiler: La migración fue impecable. Ahora puede hacer snapshots, ampliar RAM “on the fly”, clonar máquinas enteras en minutos…
Y entonces llegó la frase:
Ese comentario no compensó la sesión de confianza que perdimos.
Esa grieta en la relación. Ese “ya no sé si creerte” que duele más que un pantallazo azul en producción.
Y la cosa está en: ¿Qué hacer en estos casos? 🤔 🤔 🤔
Nunca tengo claro hasta dónde llegar.
Lo que sí tengo claro es que, cuando damos una solución, SIEMPRE nos ponemos en su lugar. No en el de vender más, ni en el de inflar presupuestos.
Nos colocamos su camiseta. Y jugamos como si fuera la nuestra.
Porque eso es lo que hacen los que están dentro del partido, no los que lo comentan desde la grada.
¡Feliz Domingo!
Protecting what matters most
Todos aquí: https://go.ivoox.com/sq/2343562
P.D.: ¡Esta semana hemos vuelto a la carga!
He pensado en recopilar las cosas que me van viniendo a la cabeza mientras paso los días haciendo cosas...
---
La vida va a toda leche y nosotros seguimos postergando lo importante, como si algún día fuera a aparecer un botón de “reanudar después”.
---
Cuando tienes un problema de verdad, te das cuenta de lo inútil que es la tecnología: ni GPT, ni 5G, ni backups en la nube. Solo quieres que alguien te escuche y no se caiga la conexión.
---
Qué fácil es sentirse bien andando. Sin notificaciones, sin auriculares, sin métricas. Solo tú, tus pasos y el mundo girando igual que siempre.
---
Puedo renunciar a muchas cosas, pero no a desayunar con mi familia, comer con ellos y cenar cada día. Aunque a veces el café esté frío, la comida rápida y la cena en silencio. Eso también es hogar.
---
Llegar a los 45 y darte cuenta de que igual tus hobbies no te gustan tanto… que quizás los elegiste hace 20 años y ahí siguen, por inercia, como los grupos de WhatsApp que no te atreves a salir.
---
Pues nada, un domingo más, un domingo menos.
¡Gracias por estar ahí!
Estamos seguros de que los que usan Proxmox fuman hierbas raras...