👻 La Newsletter de @weareDMNTRs 👻

Con 20 y 22 años, mientras mi por entonces novia, ahora esposa, o como se diga en moderno, y un servidor terminábamos los estudios, montamos nuestra primera empresa.

Una mezcla rara de cibercafé, academia de informática, tienda de barrio y estudio de desarrollo web. Una cosa así como “hacemos cosas con ordenadores”, que por algún motivo funcionó bastante bien. Y con eso conseguimos salir de la pobreza y empezar a construir nuestra vida juntos.

La inversión inicial de aquel proyecto fue mínima. Recuerdo buscar componentes de ordenador como quien va al rastro: el procesador más barato en un sitio, la placa base más barata en otro, y la caja “con un pequeño golpe” que me dejaban tirada de precio en el de más para allá.

A mí me valía. Estábamos en modo bootstrapping radical, pero sin saber que es el bootstrapping.

Desde clases de informática a señoras del barrio, hasta campeonatos de Quake de 24 horas, pasando por venta de camisetas frikis (cuando la gente no sabía ni qué era eso) o clases de programación a chavales de la, por entonces, ETSII. En esa entreplanta cochambrosa hicimos de todo.

De todo… hasta meternos en el mundo del pr0n (lo escribo así, con 0, porque si no me mandan esto directo a spam).

Todo empezó con una visita surrealista.

Por aquella época Gran Hermano era un fenómeno de masas. España entera vio las 2-3 primeras ediciones de aquel formato televisivo tan innovador. Y alguien en Granada pensó: ¿Y si montamos algo así, pero con gente como más cariñosa?”

Y como la idea ya estaba en marcha en otro lado, pues siguió pensando: ¿Y si, además, son cariñosos con preferencias sexuales especiales?

Y hasta ahí el pensar, porque su plan maestro fue grabarlo todo en su casa y buscar a alguien que le montara el tinglado técnico de aquello. PUNTO.

La casa, por cierto, era un adosado en una urbanización de alto standing… ¿Qué podía salir mal?

Y nada, decidió buscar su “partner tecnológico ideal” en DYPWEB Multiservicios Informáticos (por cierto he buscado por google y aparecemos en el Libro Blanco del Software libre editado en aquellos años... genio y figura), así que ese partner fuimos nosotros.

Básicamente, la ideólogA del proyecto apareció por el local un día sin venir a cuento y nos soltó su pitch: "quiero montar un reality erótico-explicito con cámaras por toda la casa y acceso de pago".

Imagina mi cara mientras me lo contaba. Pero también imagina nuestra situación personal: vivíamos casi al día, teníamos deudas y muchas muchas ganas de currar. Así que le dimos presupuesto...

Y lo aceptó. ¡Pagado al 100% por adelantado! Todo esto aún hoy me parece un milagro.

Así que nos metimos hasta el fondo.

Año 2002. Repito.

Ni hosting cloud, ni streaming decente, ni Stripe, ni frameworks, ni backend, ni frontend, ni nada de nada. Todo era cutre y DIY, como Dios manda.

La cosa era tan extraña, que yo por aquel entonces, por no tener, no tenía ni coche. Así que me iba en autobús a la urbanización de la susodicha con mochilas llenas de cable de red, alargadores USB y cámaras baratas con resolución VGA que a duras penas grababan en 320x240. Y así montamos todo: cámaras, red, servidores, la web, la pasarela… ¡Hasta los applets en Java que usábamos los tuvimos que modificar y recompilar!

Para la parte eléctrica tiré de mi padre, electricista de profesión, que a día de hoy creo que todavía no sabe qué cojones estábamos montando allí… ¡O sí! ¡Yo qué sé!

La señora Dementora (mi compañera de todo, dentro y fuera de las redes) se encargó de traducir todos los textos de la web a múltiples idiomas. Porque nos daba "cosica" mandarlos a traducir a una agencia y que se escandalizaran con aquello.

Así que con ganas de demostrar y un síndrome del impostor desatado (por entonces no conocíamos ni el término) nos pasamos unos meses dándole forma a aquella movida...

Y llegó el día del estreno...

Nuestra clienta se había encargado de hacer publicidad por IRC (¡¡¡¡POR IRC!!!!), por foros del tema, por negocios similares, pero yo tenía cero fe en que alguien pagara por ver aquello… No tenía ningún sentido...

Y de repente…

💥💥💥¡Boom!💥💥💥

Reventamos el servidor de Arsys en menos de 2 horas. El sistema de pago echaba humo. El transcoding, que por entonces era ciencia arcana, nos explotó en la cara.

Teníamos a cientos de usuarios “a dos velas” esperando que el stream volviera y les permitiera visualizar aquellas movidas en "UltraSD -1K".

Pasamos noches sin dormir para que aquello funcionase, porque cuando no era una cosa era otra...

Y lo peor de todo es que no fuimos a comisión. ¡Error! ¡Teníamos que haber pedido un porcentaje!

Incluso tuvimos un hackeo.

También tuvimos un leak.

Tuvimos una “cámara de mano para que la gente pueda interactuar con ella” equipada con dos metros de cable que fue arrancado en pleno fragor de la batalla.

Tuvimos un perro (sí, en la casa había un pequeño perrito, pero no imaginarse cosas raras, que el perro vivía allí sin movidas extrañas, él hacía su vida de perro normal que vive en una casa en la que se rueda un gran hermano de gente extraña...) que mordió unos ethernets y jodió la transmisión en directo.

Tuvimos que ir a realizar reparaciones mil veces… Pasando un mal rato, intentando tocar lo menos posible del asquito que nos daba cada vez que llegábamos a la casa…

Tuvimos mil y una movidas que no puedo contar por aquí por miedo a que me cierren la newsletter...

É-PI-CO se queda corto.

Pero claro, como todo en este país, aquello no iba a durar. ¡Si es que no respetamos a los emprendedores!

Los vecinos de la urbanización empezaron a mosquearse. Que si jaleo a todas horas, que si luces raras, que si gente entrando y saliendo, como si aquello fuera la sede de algún partido político.

Así que, antes de que aquello acabara a tiros o en la cárcel, el cliente decidió plegar velas y cerrar el chiringuito un par de meses después de la inauguración.

Nosotros respiramos aliviados, para qué mentir.

Al poco se le ocurrieron otros negocios en mundos más esotéricos: tarot, videntes, y cosas con bolas de cristal. Ahí ya dijimos “no gracias”. Ya hemos tenido suficiente.

Y nada, así fue como entré, y salí, de la industria del pr0n a mis veintipocos años.

Sin quererlo, sin buscarlo, pero con una lección de vida: No subestimes nunca lo que puede pasar cuando pones cables, pasarelas de pago y webcams en manos de un visionario sin filtros.

Feliz Domingo.


🔗 Newsletter patrocinada por: 🔗

 

   Protecting what matters most

 


🔊 Llámalo podcast... 🔊

Los capítulos de esta semana:

 

Todos aquí: https://go.ivoox.com/sq/2343562


👀 Las paranoias de la semana 👀

He pensado en recopilar las cosas que me van viniendo a la cabeza mientras paso los días haciendo cosas...

¿Y si GPT-5 no es una IA, sino un grupo de becarios argentinos muy listos y con mucho café?

---

¿Por qué cuando alguien dice “esto es seguro, va cifrado” nunca saben ni qué ni con qué se cifra?

---

Llevo tres días diciendo “esto lo arreglo en cinco minutos” y aquí sigo.

---

Hoy un amigo me ha preguntado en qué fabricante confío... ¡No lo sé ni yo! ¡En ZEROSET! jajaja

---

Quiero comprarme un coche RC, pero me da cargo de conciencia gastarme dinero en mí… ¿qué puta enfermedad tengo? ¡Y encima no es Tamiya!

---

Da que pensar que los profesionales de empresas de ciberseguridad "salvadoras de España" no digan ni mú ante cosas como el bloqueo de La Liga...


🔗 Cajón desastre... 🔗

Los enlaces que he ido recopilando:

 

 

 

 

 


Y fin...

Gracias por llegar hasta aquí. No todas las semanas acabo montando cámaras en casas ajenas, pero oye… uno hace lo que puede.

Si esta historia te ha sacado una sonrisa, un “yo viví algo parecido” o un “esto no puede ser real”… misión cumplida.

Y si te ha dado por buscar coches Tamiya en Wallapop, lo siento, hermano. Ya estás dentro.

Gracias por estar ahí cada domingo, seguimos hablando por los canales habituales: X y Telegram.

Por cierto, si quieres puedes invitarme a un cafelito. ☕☕☕
 
Nos vemos la semana que viene.

No sabemos ni qué decir... Estamos en shock... ¡Por Dios!