Mi lema desde hace años es “Haz cosas y te pasarán cosas”. Aunque en mi nueva cuenta de twitter, para parecer más cool lo he puesto en inglés. Medio tonto que es uno. Pero la verdad es que no se me da mal. Estoy involucrado en mil y un proyectos, tantos que me faltan horas cada día para abarcar todo lo que quiero y lo que debo hacer. La acción me mantiene en movimiento, pero hay algo que he aprendido: es demasiado fácil pasar al otro lado, al de los que solo “ven”.
Creo que la mente humana se adapta rápidamente al descanso. Por mucho que tengas el hábito de hacer, siempre está ese “loro malo” en tu oreja susurrándote: “Puedes quedarte durmiendo una hora más” o "no sirve de nada que envíes esa newsletter semanal" o "ese hilo lo han leído 3 personas, ¿y tú vas de influencer?". Y a veces, por muy fuerte que seas, cedes. ¡Y después te cuesta el doble arrancar!
También debemos tener en cuenta que el tiempo, por suerte o por desgracia, es finito. Un día tiene 24 horas, una semana 168 horas, y un año aproximadamente 8,760. Si lo llevamos al total de una vida humana promedio, hablamos de que, con suerte, tenemos disponibles unas 4,000 semanas. Por lo que no importa lo eficiente que sea tu agenda, SIEMPRE habrá cosas que se queden sin hacer. Siempre. La clave está en asegurarte de que lo que dejas de lado no sea lo verdaderamente importante.
Y aquí es donde se encuentra una de las cosas más difíciles de definir: lo importante, lo necesario y lo urgente. Puedes estar sumido en lo urgente, sintiéndote ocupado, y dejar lo importante para “cuando haya tiempo”. Pero la verdad es que el tiempo rara vez llega si no lo buscas. Y ahí es donde muchos se pierden: en la trampa de la productividad vacía y de las excusas baratas.
Conozco gente que "cree que trabaja", pero dedica su día entero a gestionar procesos innecesarios, responder correos interminables y asistir a reuniones que solo generan más tareas basura. Tienen la agenda llena, parecen ocupadísimos, pero al final del día, poco de lo que hacen realmente importa. Es fácil confundir movimiento con progreso, y esa es una de las trampas más grandes en las que puedes caer: llenar tu tiempo con cosas que te mantienen ocupado, pero que no te acercan a tus verdaderos objetivos.
Por ello la simplificación y eliminación, son dos estrategias clave aquí. De hecho, leí hace poco que Elon Musk está obsesionado con ellas. No necesitamos agregar más tareas ni más procesos solo para sentir que hacemos algo. Pero a menudo, hay quienes sienten que su relevancia depende de añadir burocracia a los demás. Esa es la raíz de los problemas de muchas organizaciones: el hacer cosas que parecen importantes, pero que no lo son.
Como siempre, el equilibrio está en la virtud. Saber cuándo detenerse para evaluar y priorizar lo que realmente importa es esencial. Todos hemos tenido días en los que tachamos un sinfín de tareas de la lista, pero al final del día nos damos cuenta de que la única cosa que no hicimos era la más importante. El peligro radica en que esto se convierta en una constante. Pasan los días, los meses y los años, y nos encontramos trabajando más que nunca, sin los resultados que esperábamos. O peor aún, enfrentando las consecuencias de “no haber tenido tiempo” para cuidarnos, prepararnos, o estar con quienes más queremos.
Y cuando te quieres dar cuenta de tus 4000 semanas teóricas, te quedan muy poquitas...
Es muy fácil pasar de ser "alguien que hace" a "alguien que simplemente observa", pero es más fácil aún pasar de ser alguien que hace a ser "alguien que solo hace INUTILIDADES". No dejes que la inercia del hacer sin propósito te lleve a perder de vista lo esencial. Porque al final, las horas y las semanas van sumando, y no podemos retroceder para cambiar lo que dejamos sin hacer.
Y oye, si alguna vez sientes que la lista de cosas por hacer es interminable y la tentación de “no hacer nada” te atrapa, respira, simplifica y prioriza, porque la vida es demasiado corta para gastar tus 4,000 semanas en tonterías.
¡ Feliz Domingo !
Protecting what matters most
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Los enlaces que he ido recopilando:
Hoy "el influencer" se ha levantado filosófico... ¡A sembrar patatas lo ponía yo!